lunes, 4 de junio de 2012

como el mar

Solía encontrarme con un señor mayor, caminaba sin rumbo, con una rosa y un libro, pasaba las horas, oliendo la rosa, un poco ya marchitada, lloraba, me daba pena, le gritaba al mar: '' Oh dulce marea, si tienes agallas, lleveme a mi y devuelva mi espada''. Me quedaba mirándole desde la distancia, entre las rocas de la playa,    no quería alterar sus palabras, me gustaba escucharle, tenia una voz melancólica,  y un carácter, que asombraba. Una vez, mi perro, se acercó a donde el paraba, él le escucho venir, se agacho, e intento cogerlo, le agarro fuertemente de las orejas, y grito, ''bestia mala, si tuviese mi espada, te mataría'', me asusté y me acerque a recoger a mi perro, escucho mis pasos, e intento atacarme, me quede a cuadros,  intente hablar con el, se desplomo en el suelo, mi perro, le chupo la mano, y el empezó a reír, sin parar, yo no sabia reaccionar, me iba de la playa, cuando grito '' hueles a dama, si es así, intentare no matarte, no tengas miedo de mi, solo soy un viejo, ciego de amor, por mi querida espada''. Le conteste y le dije, que si se comportaba así, por una espada, ya tendría que ser de un valor incalculable, y que no le entendía. Volvió a reír, y grito ''espada, era mi amada, ella se suicido, en esta playa, murió con el mar, como a ella le gustaba, vengo aquí desde el día de su muerte''.
Me quede obsoleta, no sabia que decir, me marche sin mas, y volvió a gritar '' Mañana es un buen día''
Al día siguiente volví, por curiosidad, encontré el libro y la rosa marchitada cerca de la orilla, junto a un remo,  divise al señor de lejos, en una barca, prendió fuego a su ropa, reía y gritaba '' por fin de vuelta con mi amada''.  

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