sábado, 21 de noviembre de 2009

-Tienes unos labios perfectos y carnosos.

* Gracias.

- Me gustaría besarlos.

* No creo que quieras besar a alguien que transporta
un cadáver en descomposición en su maleta de viaje roja.

- Me pones.

* ¿Eres sádico o algo así? es que esa gente suele darme asco.

- ¿Suele? podría ser yo la excepción.

* No creo.

- Oye nena, solo quiero pasar un buen rato, teniendo en cuenta que bailas bien, también debes de hacerlo bastante bien en la cama, ¿probamos?

* No, lo siento pero paso. Tengo que quemar un cadáver.

- Venga, nena entretente un poco, eso lo puedes hacer luego.

* Te he dicho que paso.

- Sosa.

* Imbecil, me voy.

- Tu no vas a ninguna parte, nena.

* Será mejor que no te interpongas, solo te lo advierto.

- ¿Y si no quiero?

* Morirás.

- Me arriesgaré.

* No estoy de humor, así que tu mismo te lo has buscado.
(Ella saco una pequeña pistola, de poco peso de color plata, y le disparó en seco)

El quedó inmovilizado con la boca medio cerrada y con los ojos totalmente abiertos y temblorosos.

* Lo dicho, soy como la amante de la muerte, si tengo que matar, lo hago. Hasta nunca salido.

1 comentario: